Lago Titicaca: Un tesoro ancestral que impulsa el turismo en Puno

El Lago Titicaca, compartido entre Perú y Bolivia, es más que un atractivo natural; es el corazón de la identidad cultural de la región de Puno. Con sus 8.562 kilómetros cuadrados y una altitud de 3.812 metros sobre el nivel del mar, este lago navegable más alto del mundo no solo deslumbra con su belleza, sino que también conserva siglos de historia y tradiciones ancestrales.

Las islas flotantes de los Uros son un ejemplo fascinante de adaptación humana. Construidas con totora, estas islas albergan a comunidades que han mantenido sus tradiciones pese a la modernidad. Además, Taquile y Amantaní son islas que ofrecen una inmersión cultural única, con tejidos declarados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.

El turismo en torno al Lago Titicaca ha crecido significativamente en la última década, atrayendo a millas de visitantes de todo el mundo. Sin embargo, este desarrollo ambiental también ha planteado preocupaciones. La contaminación de las aguas y el impacto del turismo descontrolado amenazan este ecosistema único.

A través de proyectos de turismo sostenible y educación ambiental, Puno busca garantizar la preservación del lago. El equilibrio entre conservación y desarrollo económico es fundamental para que el Lago Titicaca siga siendo un símbolo de vida, historia y orgullo nacional.